En noviembre de 2021, una delegación indígena diversa asistirá a la COP26 en Reino Unido para sembrar otras narrativas sobre el cambio climático. En tiempos de pandemia, ecocidio y genocidio, es urgente reconocer a los pueblos indígenas, que defienden el 80% de la biodiversidad restante en el planeta, como alternativas vivas a la crisis climática.

Nuestra delegación está compuesta principalmente por mujeres de diversas comunidades indígenas de México. A pesar de las restricciones y la desigualdad estructural que impide a las y los defensores del territorio asistir a estos espacios, hemos decidido hacer esta travesía con nuestros propios medios, y en alianza con organizaciones de jóvenes que buscan justicia climática. 

Tenemos un mensaje desde un futuro más esperanzador, y vamos a cruzar el Océano Atlántico para llegar a Sumil K’ Ajxemk’ Op (Europa). Desde el epicentro del capitalismo y el colonialismo, queremos que el mundo entero escuche: la lucha por la madre tierra, es la madre de todas las luchas.

La crisis climática ya está aquí y sus efectos se están acelerando. Grandes sequías, incendios forestales, acidificación del mar, derretimiento de los polos, extinción masiva de especies, hambrunas, pandemias, desplazamiento forzado de millones de personas. La crisis climática es el mayor reto al que nos enfrentamos como seres humanos. La responsabilidad del presente, es hacer del futuro un territorio a defender.

La 26va Conferencia de las Partes (COP26), será la convención más importante en años, donde gobiernos de todo el mundo tomarán decisiones relacionadas con la mitigación y adaptación al cambio climático. Pero el estado actual de la crisis demuestra que los Estados-Nación y las corporaciones transnacionales son incapaces de detener la catástrofe, pues privilegian los intereses económicos por encima de la vida.

Investigaciones recientes demuestran que el 92% de la responsabilidad de la crisis climática recae sobre los países ricos del Norte Global, que sustentan sus modelos de producción y consumo en la destrucción de la tierra y el genocidio de aquellas personas que la defendemos. La justicia climática implica detener inmediatamente el exterminio.

Defensoras de la Tierra es un puente entre las comunidades indígenas que están en la línea del frente defendiendo el futuro, para conectar con movimientos sociales, organizaciones y encuentros internacionales que están dispuestos a cambiar de paradigma para  hacer frente a la crisis climática. 

Traemos un mensaje desde un futuro más esperanzador, uno en el que logramos detener la catástrofe climática y civilizatoria. La solución no fueron los viajes espaciales y la colonización de otros planetas, no fueron las grandes negociaciones entre los poderosos, sino la organización de abajo: los que estamos cerquita de la tierra.

No fue fácil, pero fue posible. En 2021 asumimos la urgencia de dejar de financiar el exterminio con consumismo y empezamos a curarnos con la tierra. En 2021 nos quedó claro que el futuro no se negocia, el futuro se defiende. En 2021 nos dimos cuenta que las alternativas a la crisis climática siempre estuvieron aquí, viviendo en los pueblos que cuidan la vida. En 2021 reconocimos la ciencia de los saberes ancestrales que nos han permitido vivir en reciprocidad con los territorios por miles de años.

En 2021 asumimos la responsabilidad de entender que la naturaleza es nuestra condición de existencia. Y por ello, la lucha por la Madre Tierra es la madre de todas las luchas.

Dona en la campaña de ko-fi para apoyar a la delegación ‘Defensoras de la Tierra’ en los gastos de viaje, hospedaje, cuarentena y alimentación para asistir a la COP26.

Difunde la exigencia de ‘Defensoras de la Tierra’ para reconocer a los pueblos indígenas que defienden el territorio, como alternativas vivas a la crisis climática.

Denuncia el racismo ambiental; ayúdanos a exigir acreditaciones a la @COP26 para la delegación de #DefensorasDeLaTierra de @futuroindigena y denuncia el apartheid ambiental impuesto por Reino Unido.

Con el apoyo de:

Agradecemos de todo corazón a Tatiana Tagle, Candela Cibria, Vladimir Chorny, Martha Angelica Soriano Sanchez, Raquel Anta Barragan, Stephanie de la O Pérez, Jazmin Reyes, Daniela Becerra Romo, Aurora Teresa Hevia Rocha, Jael de la Luz García. Y a todas las personas y organizaciones que se han solidarizado con esta iniciativa.

Nota sobre el racismo ambiental:

Los territorios resguardados por pueblos indígenas somos los sistemas vivos que más contribuimos a mitigar la crisis climática y también somos los más afectados por sus efectos. A pesar de esto, la COP26 es exclusiva para corporaciones, gobiernos y organizaciones registradas en una lista corta y cerrada. A esto se suma que el país anfitrión (Reino Unido), ha impuesto restricciones para la mayoría de países del Sur Global, lo que nos hace imposible salir del apartheid ambiental a quienes no tenemos dinero o acreditaciones. 

Aún así, ante la emergencia climática hemos decidido llegar hasta la COP26 en alianza con colectivas de jovenxs, sociedad organizada, espacios alternativos que están construyendo otros futuros posibles; y contigo si decides sumarte a defender el futuro.